Laicos maristas

Fr. Jean-Claude Colin concibió que el movimiento marista debía abrazar el mundo entero y estar abierto a implicar la participación activa de todos, laicos y religiosos. Ser marista sería una forma segura y elegida de vivir el Evangelio siguiendo el fiat,la dedicación y el ejemplo de María de Nazaret. Haría la obra de su Hijo por la Iglesia, especialmente en esta era moderna. La iniciativa para la rama laica de la familia marista comenzó en 1833 y fue reconocida como cofradía laica por el Papa Gregorio XVI en 1834. En 1850 fue establecida canónicamente por el Papa Pío IX como la Tercera Orden de María. Esta rama laico ahora toma muchas formas en todo el mundo. Junto con los religiosos maristas consagrados, muchos laicos encarnan ahora el espíritu y la misión de la Iglesia mariana que el P. Colin primero imaginó. Este Camino de Vida Marista une a los laicos con sacerdotes y religiosos en la proclamación de la Buena Nueva.