Día 5 Reflexión de Adviento
La esperanza no es una virtud para quienes tienen el estómago lleno. Por eso los pobres siempre han sido los primeros portadores de esperanza. Y en este sentido, podemos decir que los pobres, incluso los mendigos, son los protagonistas de la historia. Para entrar en el mundo, Dios los necesitaba: José y María, los pastores de Belén. La noche de la primera Navidad, el mundo dormía, tumbado sobre una cama de certezas adquiridas. Pero gente humilde y oculta estaba preparando la revolución de la bondad. Eran pobres en todo; Algunos permanecieron a flote justo por encima del nivel de subsistencia, pero tenían una riqueza del activo más valioso que existe en este mundo: es decir, el deseo de cambio.
(~ Papa Francisco, “Una luz en la noche – Meditaciones sobre la esperanza.” (Jubileo 2025), Demonios del Mediodía)
Ha derribado a los poderosos de sus tronos,
y ha enaltecido a los humildes.
